
Todos hemos querido enviar un producto a otro lugar, ya sea un envío personal o de nuestra empresa, y normalmente pensamos que cualquier caja que tengamos cerca puede servir para el envío. ¿Estás seguro de ello?
Hay partes del proceso de envío que no controlamos, por ejemplo si estará apilado, el trato que recibirá, los huecos del interior (y no, no vale usar papel de periódico), y muchas otras. Entonces, ¿cuál es la mejor solución de embalaje?
Hemos preparado este práctico decálogo con 8 puntos clave a tener en cuenta para conseguir elegir el mejor embalaje de cartón. Esperamos que te sean de ayuda.

1. Determinar cómo es el producto.
Hay una serie de cuestiones clave a tener en cuenta a la hora de elegir la caja de cartón adecuada para el producto que queremos embalar, te dejamos una pequeña lista:
-Estado (si es sólido, líquido…).
-Dimensiones.
-Relación peso-volumen.
-Disposición del producto dentro de la caja.
-Fragilidad, va directamente dentro de la caja o tiene elementos de protección.
-Necesidades específicas de conservación que requiera.
-Peso del producto.
El cartón es un gran protector de productos frágiles o que pueden tener problemas derivados de la exposición solar, el agua, la humedad… Si tu producto es perecedero o se puede ver afectado por estos factores externos, el cartón es una buena idea.
2. Acondicionamiento interno.
¿Tú producto irá holgado en la caja? ¿O va encajado? ¿Es de distintos materiales? ¿Alguno frágil o muy frágil? ¿Y la forma, es geométrica o es abstracta?…
Según hayamos respondido a estas preguntas escogeremos el material de relleno de embalaje adecuado. Piensa que en los trayectos el producto se puede ver dañado, por ello es importante valorar los diferentes tipos de relleno y forma de embalaje para asegurar que vaya lo más protegido posible.
3. Manipulación del embalaje.
Cómo se va a tratar a los embalajes de cartón dentro de nuestras instalaciones, en las instalaciones de la empresa de transportes… La forma en la que van a ser manipulados influye también en la resistencia del cartón que requerimos. Suponemos que siempre se tiene cuidado con las cajas durante los traslados pero puede haber accidentes o circunstancias en las que unas buenas condiciones de embalaje evitarían un disgusto. Gana tranquilidad con las garantías de una buena protección.

4. Almacenamiento de las cajas:
Tener en cuenta si el embalaje de cartón va a ser almacenado en estanterías o va a estar apilado, ya que de ello dependerá el peso que la caja de cartón tenga que soportar. ¿Te lo habías planteado? Este aspecto conlleva además determinar si el almacenamiento será en interior o a la intemperie, además de su duración.
5. El tipo de embalaje de cartón que vamos a utilizar:
Definiremos qué forma queremos que tenga, formato, dimensiones, grosor del cartón, el sistema de apertura, la posibilidad de reutilización… Descubre más información sobre los tipos de cierres de las cajas de cartón.
Recordamos que la protección del medio ambiente, el cuidado el planeta, el ahorro energético y la minimización de residuos son razones que han llevado a los principales fabricantes del mercado europeo a preferir embalajes reutilizables, las cajas de cartón se convierten así en una buena opción.
Además cada vez hay más tipos de materiales que se adaptan a la necesidades concretas de cada cliente siendo su impacto el en medio ambiente menor. Ser responsable está a la orden del día, ya no hay excusas. ¿Te apuntas?

6. Diseño externo de la caja.
¿Ya tienes claro cuál es el mejor embalaje para tu producto? Es momento de ver el tipo de identificación que queremos que aparezca, además de la imagen de marca, recomendamos incluir algún tipo de símbolo gráfico respecto a la manipulación, almacenamiento o transporte que el producto pueda requerir, de cara a garantizar que el producto llegue en las mejores condiciones posibles.
Por ejemplo, si el producto que enviamos es frágil, deberías incluir símbolos que avisen de ello para que la persona que lo traslade tenga cuidado.
Una vez sepamos los símbolos que queremos que aparezcan en el embalaje elegiremos el tipo de impresión, flebografía, offset, digital…).
En este punto destacamos la importancia de la personalización, tendencia cada vez más integrada en nuestro día a día. Si necesitas algún complemento extra, asas troqueladas, ventanas, formato expositor… Las posibilidades cada día son las variadas.

7. Transporte y entrega:
Determinar el tipo de transporte en el que irán nuestras cajas de cartón hasta su destino. Si será terrestre, marítimo, aéreo… Además de determinar si el envío va a ser en cajas o en palets completos.
El envío puede ser por transporte urgente o normal, dependiendo, recomendamos usar relleno o no en la caja para evitar fracturas además de incluir los símbolos de advertencia necesarios.
Lo más importante es que el producto llegue al cliente intacto por ello debemos vigilar cada paso del proceso.
8. Legislación:
Hay algunos casos en los que se imponen una serie de normas atendiendo a características del producto, exigencias al embalaje que lo contiene. Debemos revisarlas y tenerlas en cuenta.